23 octubre, 2011

Viña Pomal Alto de la Caseta 2007

Bodegas Bilbaínas, toda una institución del barrio de la estación de Haro, ha creado un singular vino de uno de sus pagos riojanos más emblemáticos: Alto de la Caseta.

La bodega riojana, fundada en 1901 por un grupo de amigos de Bilbao, cuenta con marcas tan conocidas como Viña Zaco y Viña Pomal, aunque desde su adquisición por el Grupo Codorníu en 1997, comenzaron los cambios que conllevó su modernización, y que tuvo como principal consecuencia su excepcional vino La Vicalanda.

Las novedades no se han hecho esperar. El nuevo equipo formado por Natalia Olarte, responsable de los viñedos, y Diego Pinilla, como director técnico de la bodega, ha impulsado un nuevo estilo de vinos de Rioja Alta, donde poseen las 250 hectáreas de viñedo, principalmente en el municipio de Haro. Vinos finos, redondos y aromáticos, pero con el nervio que le aporta la acidez, tan necesaria para su buena evolución en barrica y botella.

En un espléndido meandro del río Ebro, con las Conchas de Haro al fondo, protegido por la imponente Sierra de Cantabria,
vislumbramos la viña Zaco, un viñedo de 13 hectáreas, y unos 40 años de edad, plantada sobre un suelo cascajoso de cantos rodados, y cuyas cepas de Tempranillo tienen una menguada producción de sólo 3.500 kilos por hectáreas.

La mejor uva, la de mayor concentración de sabores procede de estas sabias cepas retorcidas, donde la Tempranillo madura lentamente disfrutando de un microclima singular, debido a el gran salto térmico de temperatura entre el día y la noche de hasta 25º C, durante el mes de octubre, que conlleva una mayor riqueza de aromas. En este viñedo destacan las cepas de una colina, coronada por una caseta donde se guardaban los aperos de labranza. Y de este pago proceden las uvas que podemos disfrutar en el Alto de la Caseta 2007, su primera añada.

En la bodega no entran todas la uvas sin control, pues el nuevo equipo las tiene ya clasificadas desde el viñedo: por variedades, edad de las cepas, tipo de suelo y orientación del pago; de esta forma, tras su clasificación en la mesa de selección, las estrujan y obtienen el mosto que fermenta en los depósitos, a la vez que realiza la maceración con los hollejos, donde el vino adquiere su estructura, color y potencia aromática.

Viña Pomal Alto de la Caseta 2007 ha realizado una crianza de 20 meses en barricas de roble nuevo francés, especialmente seleccionado para resaltar la personalidad de las uvas procedentes de esta viña vieja de Tempranillo. Su producción se limita a este pago, y en la añada de 2007 se vendimiaron 7.500 kilos, que tras todo el proceso de selección y crianza han dado como resultado: ¡2.100 botellas!

Degustamos una copa de vino de esta primera añada, y nos sorprende su amplitud de fruta madura, su complejidad de sensaciones, con un paso vibrante por su nítida acidez, todo ello bien armado por su crianza en la barrica. Un vino al que seguiremos su evolución en la botella, y qué seguro que nos deparará buenos momentos de disfrute.

Jesús Bernad