Reportajes

16 noviembre, 2015

Ronnie Cox, la elegancia del whisky

Séptima generación de destiladores escoceses, director de Spirits Brands Heritage de Berry Bros & Rudd.


Ronnie Cox es un gentleman británico de suaves maneras, con un gran dominio del español, y que se ha convertido en todo un símbolo por ser embajador del malta The Glenrothes en el mundo. Dirige el departamento de bebidas espirituosas de la célebre compañía londinense Berry Bros & Rudd, situada en el nº 3 de St. James Street,  próxima al Buckingham Palace, de los que son suministradores desde hace décadas.

 

Visita Madrid a finales de octubre de 2015 para presentar tres nuevos maltas de Speyside de la emblemática marca The Glenrothes; una propuesta muy original donde armonizar las propuestas gastronómica del restaurante Ramses con sus maltas, acompañados con cócteles elaborados para la ocasión por el bartender Borja Goicoechea, y la música de los vinilos Vintage de Diego Manrique, conocido crítico musical, que nos propone melodías fusionándolas con las notas del whisky.

 

Comenzamos la entrevista en la barra del bar del restaurante; lo primero que destaca es su origen escocés y que pertenece a la séptima generación de destiladores de whiskys, dos de ellas de elaboradores ilegales (reconoce con cierto orgullo); su madre era la propietaria de la destilería Cardhu, que vendió en su día a Johnnie Walker, el malta más consumido en España. Lleva cuatro décadas en el mundo del whisky, en la compañía de vinos Berry Bros & Rudd, propietarios de la marca Cutty Sark, uno de los whiskys blended más populares en la península ibérica.

 

En 1994 vieron cómo se incrementaba el consumo del single malt (el whisky de cebada malteada de una sola destilería), y decidieron lanzar The Glenrothes, propiedad del grupo Edrington, junto a los célebres whiskys Macallan y Highland Park; el primero que lanzaron al mercado fue su single malt Vintage, pero nos preguntamos, ¿por qué un whisky Vintage, si no es tan importante el año de la destilación, al no existir grandes diferencias en el espirituoso destilado? Ronnie afirma que su apuesta es por utilizar distintos tipos de barricas y crear estilos diferentes de Vintage.

 

 

 

La originalidad de los tres maltas que nos propone hoy es que están pensados por sus distintos efectos sensoriales: relajantes, estimulantes y de conversación. Y nos pone como ejemplo el Vintage 2001 que tiene el estilo de malta relajante, para tomar como última copa antes de irse a dormir. Es un single malt de 11 años,  que madura en un 80% en botas de Jerez, al igual que ocurre con su hermano The Macallan, pero cuyo roble americano tiene un sabor más ligero que esta marca. Por cierto, insiste en un punto clave en sus whiskys: “la madera no debe nunca dominar sobre el destilado”, buscando siempre la mejor armonía.

 

Hace ya algunos años se separaron de la tradición de elaborar Vintage, destilados de una sola añada, fruto de la influencia de sus compañía de vinos, para lanzar The Glenrothes Select Reserve, que nace como mejor exponente del estilo de la casa, de gran regularidad. Se inspiraron en el Champagne Krug, que en su origen solo elaboraban Vintage, pero después de la guerra lanzaron su Cuvée, ya disponible todos los años. Influidos por este concepto, apostaron por el Select Reserve para el mercado español y el asiático, que disfrutan de un whisky más dulce y floral. Ahora lanzan el Vintage Reserve que lo sustituye y reemplaza.

 

 

Le preguntamos sobre los numerosos maltas que en los últimos años han eliminado su edad mínima en la etiqueta, como12 años, por nombres sonoros pero sin conocer su edad de madurez en barricas. Ronnie afirma que el concepto de maduración está cambiando en Escocia, y que la idea es no perder el alma y estilo de la destilería. Nos confirma que España es un país poco aficionado a beber single malt donde tenemos una clara preferencia por los blended pensados para mezclar. Con una sonrisa pícara afirma Mr. Cox: “los blended son para los drinkers (bebedores) y los maltas para los thinkers (pensadores)”.

 

Nos confiesa una tendencia muy atractiva para los single malt, en España, donde no ha existido cultura del malta de forma tradicional como en otros países europeos, los jóvenes entre 25 y 35 años la están adoptando como su bebida favorita, para diferenciarse de lo que bebían sus padres. El whisky de malta, afirma Cox, no es una moda y desde su compañía apuestan por este estilo de maltas para gente con conocimiento de lo que beben. Nos invitan a pasar a la cena donde disfrutaremos de una armonía platos, cócteles, y maltas, todo ello en buena sintonía con vinilos selectos.

 

 

 

Comenzamos con la degustación del Sherry Cask Reserve, sabroso, especiado y profundo, largo, elegante, un malta lanzado al mercado hace tan sólo 6 meses, que se caracteriza por ser un whisky de conversación. Madura en botas de jerez nuevas, el 80% de roble español, y el 20%, de roble americano, envinadas en González Byass. Diego Manrique propone una canción de Frank Sinatra “Only the lonely” de 1958, perteneciente a su etapa más oscuras. La voz de Sinatra se entrevera con las notas profundas del malta y nos transporta a una nueva dimensión sensorial. Por su parte, Borja, propone un delicioso cóctel, variante del clásico Manhattan, creado con este malta, una reducción de PX, manzana, canela, naranja y vermut.

 

“La madurez es más importante que la edad” afirma Ronnie Cox al presentar The Glenrothes Vintage 2001, de 11 años de edad; un malta relajante y para conversar, que madura en barricas de roble español, más sabroso que el americano. Es una malta rotundo,  potente, cálido y largo, con aromas de madera de cedro y frutas desecadas, que funciona también muy bien en el cóctel creado para la ocasión. Mientras, Diego Manrique, sugiere una canción de la película “2001, una odisea del espacio”, de Stanley Kubrick, en el momento del acoplamiento de la nave; el tema por todos conocidos es “Así habló Zaratrusta”, interpretado por el pianista brasileño Deodato.

 

 

Culminamos la cena con el Vintage Reserve, con deliciosas notas cítricas, de miel, recuerdos de chocolate con leche y madera de cedro, donde se suman en su mezcla maltas jóvenes y viejos, de diez distintas añadas de entre 2007 a 1989. Es el que mejor refleja el estilo The Glenrothes, que Ronnie resume en notas de vainilla, cítricas, de frutas y especias. Diego Manrique comenta que si tuviéramos que elegir un grupo en que en sus canciones mencionara de forma profusa las bebidas, este sería AC DC, pero con este último malta prefiere la canción favorita de los whiskeros: “whisky in the jarr”, de la década de los 70, interpretada por el grupo irlandés The Dubliness, canción que hizo famosa Metallica.

 

Ronnie Cox es un personaje elegante y rico en vivencias, que disfruta contando divertidas anécdotas, y ha sabido transmitir las principales sensaciones de sus whiskys: relajante, estimulante o que invitan a la conversación; una realidad en su sugerente gama The Glenrothes.

 



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