Reportajes

25 agosto, 2011

Vinos del Bierzo, el borgoña español

La variedad de uva Mencía de viñas viejas marca la modernidad de los vinos bercianos.


 

 

En tan solo una década, los sencillos tintos del Bierzo, frescos y aromáticos, pero cortos de color, que no envejecían bien por la excesiva producción de los viñedos, han evolucionado a un estilo de vinos más corpóreos, de larga vida y marcada mineralidad (por los suelos pizarrosos), con una vibrante acidez, que los convierte en genuinos vinos atlánticos. No se equivocaba el célebre enólogo bórdeles, Émile Peynaud, cuando afirmaba que el Bierzo tenía el potencial de dar los vinos más afrancesados de España.

 

El denominado borgoña español, comparte algunos interesantes aspectos con esta comarca francesa: la delicadeza de la variedad de uva que predomina, del estilo de la Pinot Noir, así como por la forma de la botella de hombros caídos, la borgoñona, y la original utilización de los nombres de los municipios en sus mejores vinos. Este salto cualitativo, en tan corto espacio de tiempo, se debe al impulso creativo de los jóvenes enólogos que empezaron a mimar los viñedos buscando más intensidad de sabor y menores rendimientos. Y no resultó fácil el cambio de mentalidad en la que fue antigua provincia gallega, de pasado minifundista, donde poseer una viña es todavía hoy en día una orgullosa herencia familiar.

 

En la actualidad, los numerosos peregrinos que recorren el Camino de Santiago, disfrutan de la belleza de sus paisajes, convirtiéndose en los embajadores de sus originales vinos por el mundo. Un inquieto elaborador berciano, Raúl Pérez, que muestra pasión por los retos más innovadores, ha bautizado su vino Ultreia Sant Jacques, cuyo nombre hace referencia al saludo tradicional entre los peregrinos. A pesar de ser un vino joven, Ultreia posee una gran personalidad y profunda complejidad, no exenta de finura.

 

Raúl Pérez está también involucrado en otras dos bodegas punteras del Bierzo: Bodegas Estefanía, donde ejerce de enólogo desde hace más de una década, y sus vinos Tilenus destacan por su madurez y gran expresividad, en especial el Pago de Posada, y Pieros; y en Castro Ventosa, bodega de su familia, donde fue pionero en la comarca en crear un estilo de vinos concentrados y de marcada mineralidad (Valtuille Cepas Viejas).

 

                       

 

 

 

Dos de las mejores bodegas gallegas, elaboradoras de conocidos vinos de Rías Baixas, han encontrado en los tintos de mencía su perfecto complemento. Martín Codax elabora un vino de cepas centenarias en Cacabelos, Martín Sarmiento, con seis meses de crianza en barrica, de amplia carnosidad y recuerdo muy placentero, mientras la apuesta de Terras Gauda fue adquirir la bodega Pittacum, de Arganza, cuyos vinos están ya consagrados entre los mejores del Bierzo por su impronta frutal y cuidada crianza.

 

Las viñas viejas de la región son las responsables de la elevada concentración de sabores de sus vinos más modernos. Álvaro Palacio, célebre elaborador del vino L’Ermita (Priorato),  ha recuperado, junto a su sobrino Ricardo, viñas de laderas pizarrosas del municipio de Corullón, y tanto su floral Pétalos del Bierzo, a los vinos de parajes, como La Faraona, son en gran medida responsables del actual prestigio internacional del Bierzo.

 

La bodega Dominio de Tares es otra de las impulsoras de la modernidad en la región, apostando por viñas vieja de entre 60 y 90 años de edad, de muy baja producción, pero de gran intensidad gustativa. La fama la adquirió esta bodega con su Cepas Viejas, aunque les recomendamos que prueben el Bembibre, por su gran mineralidad.

 

Paixar es uno de los proyectos más vanguardista, responsable de unir a dos familias de larga tradición vinícola: los bercianos Luna Beberide con el prestigioso elaborador Mariano García, (Mauro, San Román); Paixar es un vino que nace de un viñedo agreste, escondido en el monte, que atrae numerosos jabalíes por la dulzura de sus uvas.

 

 

Y en este periplo por los mejores vinos de esta comarca leonesa no podemos olvidarnos de bodegas Peique, ubicada en uno de los pueblos de mayor prestigio por sus viñedos,  Valtuille de Abajo. Esta bodega elabora el sabroso Peique Selección Familiar, que realiza una crianza de 18 meses en barricas de roble francés, y que posee un seductor perfume a bosque umbrío, y un persistente recuerdo telúrico.

 

Los vinos del Bierzo seducen cada vez a más aficionados a los vinos de marcada personalidad, por su original uva tinta mencía, en muchos casos de viñas viejas, cultivadas en suelos pizarrosos, y por la inquietud de sus apasionados elaboradores, inspirados en uno de los parajes más bellos de la península ibérica.

 

Texto y fotografías: Jesús Bernad



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